La Licorne, un camping de lujo en Dunkerque
La ciudad de Dunkerque es una de las localidades más turísticas de Hauts de France. Con un pasado y una cultura extraordinarios, también es la tierra de La Licorne, el camping más bonito de la Costa de Ópalo. Miembro de la cadena Vagues Océanes, este establecimiento ha subido de gama recientemente para ofrecerle, además de su acceso directo a la gran playa de Malo-les-Bains, muchas otras ventajas…
Vacaciones amistosas y auténticas a un paso de la playa
En Dunkerque, el camping La Licorne ofrece a los veraneantes y a los turistas de paso por esta localidad del Norte-Paso de Calais la posibilidad de alojarse en una de sus parcelas o en uno de sus alojamientos de alquiler. La oferta es variada y, por lo tanto, da respuesta a todas las necesidades. Desde bungalows Habana de dos habitaciones para familias hasta los Super Family y Tribu para familias numerosas o grupos de amigos, ¡seguro que en este establecimiento encontrará la opción que más le convenga!
Las superficies de los alojamientos varían de 25 a 51 m² y todos cuentan con cocina equipada y terraza privada para disfrutar de aperitivos y comidas al aire libre. Al elegir un mobile home Top Presta, dispondrá de aire acondicionado, televisión y lavavajillas. Una vez instalados, salga a explorar el ultramoderno parque acuático La Licorne, que consta de una gran piscina de nado y de tres impresionantes y emocionantes toboganes, incluido un Spacebowl y dos coloridos Slides.
Uno de los puntos fuertes de este camping en Dunkerque es su acceso directo a la playa de Malo-les-Bains a través de las dunas. Después de cruzarlas, se encontrará con la playa más bonita del norte, de 7 kilómetros de largo e ideal para numerosas actividades náuticas como el surf, el kitesurf, los vehículos a vela o el windsurf. También podrá tomar el sol, admirar las tradicionales y coloridas casetas de playa o pasear por el paseo marítimo disfrutando de un helado o un gofre…
Una estancia inolvidable junto al mar del norte
La Licorne le ofrece multitud de servicios para acompañar su estancia lo mejor posible. Durante la temporada alta, un club infantil acoge a niños de 4 a 10 años para juegos, actividades creativas y torneos deportivos. La oportunidad de hacer muchos nuevos amigos y vivir momentos inolvidables, especialmente en el parque infantil gigante en forma de barco pirata situado en el centro del camping.
Por su parte, los adolescentes podrán hacer ejercicio en la pista polideportiva mientras los adultos compiten en un torneo de petanca. Por la noche, todos se reúnen en el bar antes de cenar con familiares o amigos en el restaurante del camping. Varias noches a la semana el equipo de animación organiza espectáculos. Recuerde que en el camping también hay una lavandería y un punto de venta de pan y bollería horneados allí mismo.
Un autobús gratuito conecta con el centro de la ciudad de Dunkerque. Si lo desea, también puede montarse en su bicicleta y salir a conquistar los 237 kilómetros de carriles bici de Flandes. Durante su estancia, no dude en descubrir el Parc du Vent de Dunkerque. Un recorrido tonificante en el corazón de un espacio protegido de 28 hectáreas, ideal para observar la fauna y la flora del litoral.
Les Hauts-de-France, un destino original y relajante
Alrededor del camping, los atractivos turísticos son tan numerosos como variados. En Dunkerque, no se pierda, por ejemplo, una visita al museo 1940 / Operación Dinamo que narra la evacuación extraordinaria de 338.000 soldados aliados ante el avance alemán del 26 de mayo al 4 de junio de 1940, a bordo de una flota de más de 800 barcos.
Acérquese también al Acuario de Dunkerque para admirar la fauna y la flora acuática llegada de todo el mundo. Situado a 500 metros del mar, podrá observar peces exóticos: peces payaso, peces cirujano, anémonas y corales, rayas y rodaballos del Mar del Norte, o incluso pirañas y tortugas de agua dulce. En Gravelines le esperan un centro ecuestre, una granja de animales y un parque infantil para realizar un circuito de aventura en los árboles, jugar al minigolf o probar suerte con el tiro con arco.
Por último, aproveche su estancia en Hauts-de-France para ir a Lille o a Bélgica. Bruselas, una ciudad amable y cálida en la tierra de las patatas fritas, la cerveza y el chocolate. Pasee por la Grande Place, busque el famoso Manneken Pis, deambule por las Galeries Royales Saint-Hubert y visite el Museo Magritte o el Museo de Bellas Artes. Por último, maravíllese con el encanto bucólico de las ciudades portuarias de Gante y Brujas y conserve maravillosos recuerdos de los paseos por los canales a través de estas ciudades del País Llano.
