Digno de la máquina del tiempo
Comience su recorrido a pie por la imponente ciudad medieval. Un consejo, abandone la calle principal y no dude en adentrarse por los pequeños callejones adyacentes. Entre las visitas imprescindibles se encuentra el castillo Comtal. Situado en el corazón de la ciudad, este imponente edificio alberga un magnífico Museo Lapidario, una espléndida basílica y sinuosas murallas a las que podrá trepar con gran placer. Desde arriba, el camino de ronda le ofrece espléndidas vistas a los alrededores.
Prosiga su escapada a Carcasona con un breve recorrido por la parte baja de la ciudad (también llamada Bastide Saint Louis) para contemplar el Canal du Midi. Es el momento de una pausa golosa en el taller de la trufa para saborear multitud de productos elaborados con el oro negro de la región. Si prefiere los mercados auténticos, no se pierda el de la plaza Carnot para colmarse de especialidades locales como el foie gras o el confit de oca. Al atardecer, diríjase a la Porte d'Aude, donde le espera un panorama excepcional, especialmente al atardecer.