Nuestros 5 imprescindibles

Digno de la máquina del tiempo

Comience su recorrido a pie por la imponente ciudad medieval. Un consejo, abandone la calle principal y no dude en adentrarse por los pequeños callejones adyacentes. Entre las visitas imprescindibles se encuentra el castillo Comtal. Situado en el corazón de la ciudad, este imponente edificio alberga un magnífico Museo Lapidario, una espléndida basílica y sinuosas murallas a las que podrá trepar con gran placer. Desde arriba, el camino de ronda le ofrece espléndidas vistas a los alrededores.

Prosiga su escapada a Carcasona con un breve recorrido por la parte baja de la ciudad (también llamada Bastide Saint Louis) para contemplar el Canal du Midi. Es el momento de una pausa golosa en el taller de la trufa para saborear multitud de productos elaborados con el oro negro de la región. Si prefiere los mercados auténticos, no se pierda el de la plaza Carnot para colmarse de especialidades locales como el foie gras o el confit de oca. Al atardecer, diríjase a la Porte d'Aude, donde le espera un panorama excepcional, especialmente al atardecer.

Al asalto de las ciudadelas

Apodadas las ciudades del vértigo debido a su emplazamiento en la ladera de la montaña, descubra los castillos más bellos del Languedoc. Comience su escapada medieval por el castillo de Quéribus. La subida a las murallas es un poco empinada, pero totalmente factible. No se olvide de tomar una audioguía, es la mejor manera de conocerlo todo sobre este majestuoso castillo cuya torre del homenaje mide 728 m. Enclavado en la cima de un espolón rocoso, ofrece a los turistas unas vistas espectaculares de la llanura del Rosellón.

Siga su camino por Peyrepertuse. Desde lo alto de su promontorio rocoso, el castillo encierra una majestuosa fortaleza real, escenario de numerosos espectáculos medievales. Los 300 metros de murallas que rodean los antiguos recintos dominan el valle de Corbières y le ofrecen unas vistas increíbles a los alrededores. Culminando a más de 800 m, se tarda unos 20 min de caminata empinada para llegar a la ciudadela desde el aparcamiento.

Gracias a un pequeño folleto explicativo que se entrega en la entrada, descubra toda la historia del castillo de Termes. La ciudadela está en ruinas, pero esto no quita el placer de descubrir este patrimonio único. Si le queda algo de tiempo en el País Cátaro, no se pierda los demás castillos que son igual de espléndidos: Saissac y sus vistas panorámicas a la cadena de los Pirineos, Aiguilar y sus viñedos contiguos, Arquès y su majestuoso torreón de 25 m de altura y mucho más...

El despertar de los sentidos

Disfrute de sus vacaciones en el País Cátaro para tomar el camino del cassoulet hacia Castelnaudary, la capital mundial de este plato imprescindible. Este tour gourmet de 180 km enlaza granjas agrícolas (productores de judías, patos, cerdos, etc.), pero también bodegas, talleres de alfarería y restaurantes que ofrecen a la hora del almuerzo un menú local con el famoso cassoulet. Incluso durante todo el año se ofrecen animaciones en torno a la gastronomía.

Para tener éxito, el cassoulet debe prepararse en una cassole, un gran plato de terracota. Se prepara con judías Lingot, un poco de pato y mucho cerdo, especialmente la salchicha de Toulouse. Todo se cocina durante varias horas en un caldo de verduras casero. Si busca una buena dirección, la Auberge de Dame Carcas en Carcasona le ofrece un cassoulet con confit de pato cocinado en un fuego de leña... ¡Una delicia!

Colmarse de emociones fuertes

Acompañado por un guía experimentado, este recorrido de 14 km por las gargantas del Aude incluye numerosos rápidos tumultuosos. Calcule 2h30 de descenso lleno de emociones en el corazón del País Cátaro. Los más temerosos no deben preocuparse, estos botes neumáticos, con capacidad para 8 personas, son extremadamente estables y resistentes.

En cuanto al equipamiento, todo está previsto para el descenso: trajes de neopreno, chalecos salvavidas, calcetines de neopreno, cascos, remos... Pero no olvide llevar su bañador y un par de zapatillas de deporte. ¡Es el punto imprescindible para sus actividades en aguas bravas!

Bicicleta de montaña

Saliendo de Carcasona, siga este mítico camino de sirga, bien conocido por los ciclistas por su fácil acceso. Protegidos del sol bajo los plátanos y los cipreses, recorra en varios días los 140 km que lo separan de la orilla del mar. La tranquilidad de la ruta le dará aún más carácter a la belleza de los paisajes.

En el camino cruzará sin duda el puente del canal de Orbiel, pero también el curioso túnel de Malpas. ¡Esta obra impresionante tallada en la roca bien merece una pausa para la foto! Antes de llegar al centro de la ciudad de Béziers, deténgase ante las 9 esclusas de Fonseranes. No necesita una bicicleta de última generación para realizar este recorrido, pero no olvide llevar consigo lo que necesita en caso de pinchazo.

Una ventaja más

¿El cassoulet késako?

Según el boca a boca y los antigups grimorios, el primer cassoulet se remonta a la época medieval. Cuenta la leyenda que durante la Guerra de los Cien Años, los habitantes de Castelnaudary reunieron sus últimos víveres para alimentar a los soldados: cerdo, tocino, salchichas, carne y judías se cocinaron en un gran plato durante horas. ¡Y así surgió el cassoulet!

El País Cátaro es:

13castillos medievalesexcepcionales
200kilómetrosde senderos homologados GR
3grutas subterráneasterroríficas

¿Y si fuera su próximoMejor recuerdo de vacaciones?