Nuestros 5 imprescindibles

En rojo y blanco

Al pie de la montaña y a 25 kilómetros de la costa vasca, el pueblo típico de Espelette intriga a los veraneantes que acuden a pasear por aquí: las callejuelas formadas por tradicionales casas rojas y blancas muestran con orgullo guirnaldas de pimientos picantes colgadas en sus fachadas. Cruce la puerta de una tienda para probar el chocolate con pimiento picante... ¡una auténtica delicia!

En el recodo de una calle, es probable que se cruce con jugadores de pelota vasca. No dude en detenerse unos minutos para entender las reglas de este juego, típico del suroeste. Tome algunas fotos frente al antiguo castillo feudal que es actualmente el ayuntamiento y, si desea conocer más cosas sobre la historia del pimiento picante en el mundo, el establecimiento alberga una exposición permanente sobre el tema.

Tren de baja velocidad

Suba a bordo de un tren de cremallera de1924 que comunica el Col de Ste Ignace con la cima del Rhune, que culmina a 1.000 metros. Sus vagones de madera típicos con grandes ventanales le permitirán disfrutar de un panorama excepcional durante la ascensión. Una vez arriba, solo tiene que disfrutar de las vistas de la costa vasca, la cordillera de los Pirineos y el valle del Bidasoa. En las laderas de las montañas se pueden ver Pottoks, ovejas de Manech de cabeza roja e incluso buitres leonados. ¡Saque la cámara!

Es posible trepar al collado a pie en 2h30 para los más deportistas y bajar en tren. Llévese un jersey porque arriba el aire es más fresco y a menudo hay niebla. Un último consejo, cuando reserve sus billetes en línea, tenga en cuenta la meteorología, ya que no son reembolsables ni intercambiables.

Una maravilla natural

Una vez que haya desafiado los empinados senderos marcados por subidas y bajadas, solo tendrá que cruzar el puente de piedra y subir los 241 escalones excavados en la roca para llegar a la cima del islote salvaje. Dice la leyenda que cada visitante que sube a la cresta debe tocar la campana 3 veces y pedir un deseo.

Enclavada en la cima se encuentra la iglesia de San Juan, que abre sus puertas solo en julio y agosto y para algunas celebraciones anuales. Puede que no tenga la oportunidad de entrar, pero el espectáculo de las olas impactando en los acantilados le encantará igualmente. Durante la marea marea baja, el mar se escapa para mostrar las rocas esculpidas que bordean la isla. Si tiene buena memoria, los entusiastas de Juego de Tronos deberían reconocer aquí las imágenes de la séptima temporada.

Un placer

Al final del día, ¡ha llegado la hora de las tapas! No hay nada más fácil que escoger un bar donde disfrutar de estas especialidades vascas: si pasa por delante de un mostrador vacío, ¡huya! Si, por el contrario, el comedor está lleno, puede entrar con los ojos cerrados. Lo ideal es empezar su tapeo en el casco antiguo para el placer de los ojos y del estómago.

Acompañado de una copa de sangría, pida solo unos pinchos durante su primera parada, así podrá probar otros bares por la noche. Le recomendamos que pruebe las especialidades de la ciudad a base de anchoas, pinchos de gambas, una "ración" de risotto de setas, y no se pierda los raviolis de langostinos de Borda BERRI.

Into the Wild

La caminata de 4 km ida y vuelta le lleva a las profundidades del bosque, ofreciendo un paisaje mágico, en la frontera de la realidad. El recorrido está salpicado de pasarelas ajardinadas que discurren a lo largo de la roca a varios metros de altura. También pasará por un túnel excavado en la montaña que no está iluminado, así que no olvide sujetarse a la barandilla para guiarse.

A lo largo de todo el recorrido se pueden contemplar magníficas piscinas naturales de aguas cristalinas, y hacia el final del sendero se encontrará cara a cara con una enorme cascada de 20 metros de alto que brota de una misteriosa cavidad excavada en la pared rocosa. Un poco más adelante, la cueva del lago ofrece un espectáculo sorprendente compuesto de estalagmitas y estalactitas.

Una ventaja más

Les Randonneurs

Con 54 kilómetros el sendero del Litoral recorre la costa vasca de Bidart a San Sébastián pasando por St Jean de Luz. Un consejo de amigo, camine en sentido Guétary-Hendaya porque el panorama es aún más impresionante. Y para regresar no dude en tomar el tren o el autobús porque 54 km ¡cansan!

El País Vasco es:

170productoresde pimientos de Espelette
20.974metros cuadradosde territorio francoespañol
150kilómetrosde costa salvaje

¿Y si fuera su próximoMejor recuerdo de vacaciones?