Destino:En el corazón del Drôme

Un espectáculo grandioso

Este macizo, finamente esculpido por la erosión, se extiende a lo largo de 8 km entre Vaison la Romaine y Carpentras. En medio de la vegetación típicamente mediterránea y de las fachadas de piedra caliza, se necesita un poco de aliento y voluntad para llegar a la cresta de St Amand, el punto culminante a 734 m. Disfrute de las vistas que se abren ante usted a lo largo del sendero. Sin duda distinguirá los viñedos que producen los famosos vinos de Gigondas o Beaumes de Venise. Aunque los senderos están señalizados, lo ideal es comprar un mapa en la oficina de turismo para no perderse.

El sitio está lleno de pistas para bicicleta de montaña. Una forma original de descubrir los rincones más escondidos a lo largo del recorrido como el Pas de l'Aigle o las ruinas del monasterio de Prébayon. Recuerde: si es un entusiasta de la escalada, ¡este es el lugar ideal!

El paraíso simplemente

Cruce el espléndido puente romano en dirección a la ciudad medieval y descubra un verdadero museo arqueológico al aire libre. Estos vestigios arqueológicos, de los cuales 8 hectáreas están abiertas al público, están divididos en 2 yacimientos: Puymin y La Villasse. Todavía se conservan los cimientos del pueblo e incluso se pueden distinguir los interiores de las ricas residencias patricias como la casa de los Messii. Termine su visita con una agradable visita al teatro antiguo. Para sumergirse mejor en la vida cotidiana de los romanos, lo ideal es efectuar la visita con un guía. Prosiga su recorrido histórico por la ciudad alta y su castillo feudal enclavado en lo alto de una roca. Protegida detrás de sus murallas, la ciudad medieval le seducirá por su encanto y la belleza de sus estrechas callejuelas con nombres evocadores.

Propuesta: Consiga un Pass monument por un día (a un precio de 9€) y disfrute de una audioguía con la que podrá explorar la ciudad y descubrir un poco más la historia de este pueblo encantador.

Locamente inspirador

Inspirado por las postales que distribuía, Ferdinand Cheval imaginó en sus sueños más alocados un palacio de abracadabra salido directamente de su imaginación. Durante 33 años, el excéntrico cartero construyó en solitario la residencia de sus sueños solo con las piedras que amasó durante sus rondas. El resultado es una construcción titánica y fuera de lo común donde la arquitectura se inspira en las particularidades de cada continente. Muchas criaturas históricas y mitológicas se encuentran dispersas en este fresco: pelícanos, caimanes, elefantes... Disfrutará examinando cada rincón de estas esculturas en busca de estos elementos...

El caviar provenzal

Hace más de 2.000 años, las condiciones climáticas de Nyons y sus alrededores permitieron que el olivo encontrara su lugar. Hoy en día hay casi 260.000 olivos bajo la Denominación de Origen Controlada de Nyons. Los curiosos pueden admirar sus plantaciones tomando el Sendero del Olivo. Este paseo de 4 km, salpicado de señalizaciones y paneles explicativos, le transporta al corazón de un patrimonio olivarero excepcional, y su variedad negra tan singular llamada Tanche.

Los jueves y domingos se celebra un típico mercado provenzal en las callejuelas de la ciudad para deleite de los gourmets. Encontrará las famosas aceitunas negras en diferentes formas: aceite, tapenade, crujiente... También se enamorará del turrón de Montélimar, otra especialidad local.