Destino:La Bahía de Morlaix

Suelte amarras

Desde Perros Guirec, embarque hacia las famosas vedetes para una visita guiada por las 7 islas y su danza de aves marinas. Divisará a lo lejos unas rocas graníticas que brotan del mar, coronadas por miles de aves que vuelan por los aires. Lugar de nidificación preferido para el alcatraz común, se cuentan al menos 27 especies de aves, más de 23.000 parejas. Esta reserva natural también alberga una treintena de focas grises que holgazanean en las rocas.

Para preservar esta frágil biodiversidad, el acceso al archipiélago está reglamentado y es necesario contemplar estos paisajes desde el barco. Sin embargo, puede desembarcar en la isla Aux Moines para tomarse un descanso frente a la costa de granito rosa.

La cima de Bretaña

¡Elévese en el macizo armoriano! Este territorio salvaje salpicado de lagos, ríos y macizos de brezo le abre las puertas de los Monts d’Arrée. Durante su ascensión hasta a Roc'h Ruz, se cruzará a su paso por cercados parroquiales y bonitas capillas rodeadas por las landas hasta donde alcanza la vista. Culminando a 385 metros, dominará así el paisaje montañoso desde la cima más alta de Bretaña.

Si quiere más, le aconsejamos que vaya de excursión al Mont St Michel de Braspart. Una pequeña capilla erigida en su cima la distingue de las demás montañas. En el camino de regreso, descubrirá una alineación megalítica de una veintena de rocas al pie de la montaña. Según la leyenda, los participantes de una boda no prestaron atención a un sacerdote que quería cruzar la landa. Para castigarlos por haberlo ignorado, los convirtió en piedra al final de las celebraciones.

El fuerte Boyard bretón

Rodeado por aguas de color esmeralda, este fuerte se levanta majestuoso a la entrada de la bahía de Morlaix. Construido en el siglo XVI como bastión contra posibles ataques ingleses, este fuerte se convirtió en prisión, después en residencia secundaria, antes de ser abandonado a finales de los años ochenta. Restaurado durante ocho años, acoge ahora a veraneantes en busca de aventuras.

Durante la travesía en barco, disfrute de los comentarios detallados sobre los edificios que salpican el paisaje. Le recomendamos que salga desde el puerto de Plougasnou porque por el mismo precio la travesía es el doble de larga y mucho más bonita. A su llegada, una visita guiada que combina el teatro y el cuento le revelará los secretos del edificio. Tendrá a su disposición trajes de época, así que no dude en ponérselos para sus fotos de recuerdo. ¡Parada obligatoria en la azotea donde la ronda le ofrece las vistas más hermosa de la bahía!

Un marco único

¡Ya puede jugar un partido de golf y disfrutar de la excepcional panorámica de la orilla del mar en segundo plano! Frente a la bahía de Morlaix, este campo de 9 hoyos da la bienvenida a jugadores de todos los niveles. Protegido de los vientos dominantes por el bosque contiguo, disfrute de un circuito exuberante con vistas al océano Atlántico y a la playa de Clouët. Se ofrecen cursos desde la iniciación hasta el perfeccionamiento durante todo el año.

1.800 m a pie ¡cansa!

Creado en 1791 y utilizado antiguamente por los aduaneros para luchar contra el contrabando, este sendero es hoy en día el circuito preferido por las familias, y con razón: el paseo es fácil de seguir porque hay poco desnivel y además es accesible para los cochecitos.

Este emblemático sendero de Gran Recorrido (GR 34) recorre más de 1.800 km por las costas bretonas. La parte más bonita del paseo se encuentra entre Perros Guirec y Ploumana'ch (elegido el pueblo favorito de los franceses en 2015) en la suntuosa costa de granito rosa. Se tarda unas 2 horas en ir a pie de una ciudad a otra.

Siga las marcas blancas y rojas entre las rocas rosadas esculpidas por la erosión y el mar turquesa. Un auténtico momento de evasión en este decorado mágico.